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Los Siglos de Oro de la Poesía prehispánica y el siglo de oro español. 
Un paralelismo asombroso 

Empieza un año de grandes celebraciones históricas en México: 500 años de la conquista de México-Tenochtitlan (13 de agosto, 1521) y 200 años de la Independencia (27 de septiembre, 1821).

No es cosa del pasado. El espíritu perverso de la Conquista se reproduce cada vez que algunos hombres se sienten superiores a otros, y en lugar de compartir su supuesta supremacía, destruyen a los que consideran inferiores.

Produce estupor comprobar que los conquistadores no asimilaran nada de la sociedad destruida que no fuera de valor contable, físico. Destruyeron todo lo que demostraba el desarrollo y organización que había alcanzado la sociedad en determinadas áreas. No se beneficiaron de los avances en medicina, los conocimientos en astronomía, la maestría en el arte y en los oficios; no quisieron conocer la historia de aquellos pueblos, despreciaron su cultura, su arte poética, su sentido musical, su genuina espiritualidad; rechazaron las técnicas curativas de las plantas y huyeron como del diablo -literalmente- de la posibilidad de penetrar en los grandes misterios del funcionamiento del cerebro, en el estudio de la creatividad y de las emociones, en los mecanismos de intuición y de premoniciones.

 

No es sólo desprecio, sino miedo.

El conquistador -que no puede olvidar la raíz de su poder, ni el origen de su fortuna- debe seguir despreciando, a lo largo de los siglos, todo aquello que fue víctima de su ambicioso furor, porque, en el fondo y en la superficie, tiene miedo de sí mismo, de no tener razón, y miedo del futuro, porque su mundo se tambalea.

Indagador de la poesía prehispánica americana y de la española, mi propósito y mi manera de contribuir a la celebración de tan importantes hechos históricos es llenar un vacío que da título a mi nuevo libro Los Siglos de Oro de la poesía prehispánica mexicana y el Siglo de Oro español.

 

Un paralelismo asombroso, publicado en España por la Editorial Ars Poética, dentro de su Colección Sapientia Poética, dirigida por Ilia Galán.

Presento el asombroso paralelismo de temas transcendentes entre los poetas prehispánicos de México y los españoles, a través de sus producciones en los Siglos de Oro de sus culturas respectivas. Muestro las convergencias temáticas, fuera del tiempo y del espacio, entre las dos Etapas de Oro de la poesía lírico-mística prehispánica y la española: el carácter de la Poesía como medio indagatorio de los grandes misterios del origen del Universo, la reflexión sobre la vida y la muerte, la vida es Sueño y el ansia de trascender de lo material físico observable a la realidad de lo desconocido espiritual.

En aquellos días aciagos para los vencidos se produjo el histórico encuentro de los últimos Poetas nahuas con los teólogos de la Conquista. Les dicen que «el modo náhuatl de pensar en relación con la divinidad puede y debe ser respetado, por poseer ciertamente un rico y elevado concepto acerca del Dador de la vida y por ser igualmente sólido fundamento de sus estrictas reglas de conducta y de su tradición inmemorial». No hubo Encuentro de Dos Culturas, sino destrucción de la una a manos de la otra.

 

Antes de que aparecieran los grandes poetas del Siglo de Oro en España, habían surgido en la multitud de naciones que poblaban el inmenso territorio conocido hoy como Estados Unidos Mexicanos, que entonces se prolongaba desde el Norte hasta Nicaragua, grandes Poetas y Sabios, los Tlamatinime. Para dar una idea de su riqueza lingüística baste decir que en México se hablan en la actualidad 364 variantes provenientes de 68 agrupaciones de lenguas. Lo asombroso es que manejaban de manera inigualada el Arte del ritmo, la música asociada a la palabra, y los conceptos de la temática de sus obras que aparecerían muchos siglos después en la literatura española y en la europea. Cuando en España no existía la remota idea de la aparición de un idioma que acabaría llamándose español, las familias lingüísticas mesoamericanas habían coexistido durante milenios; y en cuanto al náhuatl, ya se hablaba en el siglo VII y en el IX adquirió relevancia política. Para el lector español, que por lo común desconoce la inmensa producción literaria de las sociedades mesoamericanas, servirá de espejo en el que mirarse bajo una nueva percepción: constatar que los grandes poetas del Siglo de Oro, que han moldeado su visión espiritual del mundo, no fueron una excepción aislada sino un eslabón de la cadena universal de creadores que indagan sobre su presencia en la Tierra, como intérpretes y portavoces del destino humano. Los Poetas llegan a la conclusión de que el mundo material no es duradero, mientras que el mundo espiritual es eterno, como, también asombrosamente, caminan paralelos con los últimos descubrimientos de la física moderna.  12 de febrero 2021

Del Caos al clamor universal contra el desorden mundial impuesto por las minorías rapaces

Del Caos al clamor universal contra el desorden mundial impuesto por las minorías rapaces

¿Qué decir en tiempos sombríos cuando toda la Humanidad no es dueña de su destino en la Tierra o lo ha confiado a gobiernos ilegítimos      -cuando usurpan la voluntad popular- para que lo administren? Le ha sido arrebatado desde tiempos prehistóricos por las minorías rapaces que se asentaron en el poder mediante la guerra y la servidumbre forzosa de los súbditos. Así se convirtió la Tierra en un “valle de lágrimas” en el que se halla exiliada la inmensa mayoría de sus habitantes, a los que se ha forzado a creer que ese es su destino: someterse a las razones de Estado, es decir, de la minoría usurpadora, para que rija su porvenir, mientras que la mayoría se ha acomodado a la miseria, obligada a pensar que esa es su fatalidad. El Viejo Orden de desmorona, entre los escombros del caos. Surge nueva Luz de las tinieblas. La Humanidad secuestrada sólo podrá sobrevivir si se produce el clamor universal -ya iniciado en algunas naciones- que rompa el desorden impuesto, horriblemente asentado por la injusticia, el caos desorientador, el odio irracional y la pérdida de los valores esenciales que anidan

en el alma humana.

Es decir, recuperar las riendas del destino para hacer de esta Tierra un lugar de estancia feliz mientras el Sol camina hacia su propia extinción en la aventura eterna del Universo, teniendo en cuenta que no es un destino fatal sino acomodado a la ley universal del Universo, en el que nada se destruye sino que todo evoluciona hacia formas superiores de conciencia. El pesimismo es producto de la intoxicación provocada por las fuerzas perecederas del Mal -lo único llamado a desaparecer- para oscurecer la razón del Optimismo al que caminan todas las cosas en su evolución hacia el Bien. Es muy posible que la pandemia provoque lo contrario de lo que planearon los que la lanzaron: el surgimiento de un nuevo estado de consciencia en la población para descubrir lo que lleva dentro de sí misma, como atributo de su identidad, la libertad encadenada, y salga a la calle a conquistar lo que le pertenece, para restablecer el principio evolutivo hacia formas superiores de existencia, regidas por la Consciencia Universal en su eterna mutación del mundo físico al espiritual.  25 de diciembre 2020

Leviatán en los tiempos del cólera y de la cólera 

El Leviatán ugarítico y bíblico descrito como monstruo marino, con apariencia de cocodrilo y de serpiente, cuya presencia obedece a cálculos divinos inextricables, esconde la realidad de un imperio terrorífico prehistórico, lo mismo que el Apocalipsis, que se suele interpretar como una profecía. De ahí surgió la idea de asimilar el monstruo al Estado, que es la única realidad social real.

Lo que está ocurriendo ahora, en los tiempos del cólera y de la cólera que ha estallado a escala global, no es otra cosa que la quiebra del concepto y la realidad del Estado. No se busque otra definición del Estado: un monstruo que, con apariencia de ser la única forma de organización de la sociedad, la ha dominado por completo a través de la realidad de su contraparte: el Estado profundo (Deep State), que actúa al margen del Estado formal y de sus instituciones: los Parlamentos, la supuesta separación de poderes, los gobiernos. Los ciudadanos desconocen que detrás del Estado existe el verdadero aparato que destina ingentes cantidades de dinero- sacado de los impuestos- a desarrollar programas de guerra en una escala progresiva: primero las armas químicas, luego las armas atómicas, la bacteriológica; la modificación del clima para provocar terremotos; la militarización del espacio.

Todo lo importante que ocurre en el mundo se elabora al margen de los parlamentos y de los gobiernos. Los ciudadanos ignoran a dónde son conducidos, fiados en que sus gobiernos los llevarán a puerto seguro en medio de la aterradora tormenta. Es cierto que hay gobiernos -en la periferia-, como es el caso, entre otros bien pocos, de México, que tratan de que su Estado se mantenga al margen de la turbulencia mundial, con la titánica tarea de superar los obstáculos que le oponen sus propios “Estados profundos”, que perdieron su poder y tratan de recuperarlo.

México no ha aceptado ningún préstamo internacional para “hacer frente a la crisis”, porque dispone de fondos suficientes y no ha aumentado los impuestos, ni la deuda pública. Como muestra de la confianza de los inversores extranjeros en México, en el trimestre enero-marzo, la inversión foránea fue el 1.7 por ciento superior a la registrada en el mismo trimestre del año pasado.

Se han reforzado los apoyos sociales, ampliando el presupuesto para fortalecer el blindaje de los programas sociales y de los proyectos prioritarios en 622 mil 556 millones de pesos (26 mil millones de dólares); asimismo, se otorgan tres millones de créditos personales y a pequeñas empresas familiares, todo lo cual hará posible proteger a 25 millones de familias mexicanas, el 70% de los hogares de la República.

Se están creando 2 millones de empleos en la industria de la construcción edificando viviendas, caminos de concreto con uso intensivo de mano de obra, escuelas, unidades deportivas, mercados y con este propósito, entre otros, se construye el nuevo aeropuerto “Felipe Ángeles”, el Tren Maya, se rehabilitan seis refinerías y se construye la de Dos Bocas. Es un ejemplo de cómo el Estado prioriza los intereses generales de la nación.

 

Pero el estado actual del mundo depende de lo que trama, a escala global, el Poder que rige los destinos del mundo, y cuyo proyecto es la sustitución de los Estados Nación por el Estado mundial; dominar a la población haciéndola insegura y se resigne a la acomodación a la miseria; hacerla entender que puesto que han fracasado sus Estados nacionales acepten la gobernanza de un Estado Mundial que les dará seguridad plena; que se pongan en manos de la “expertocracia”, acepten las teorías de la suposición científica, vuelvan a delegar la autocrítica a los “entendidos en cada una de las materias”, y así adquirirán la seguridad que no les dio su propia capacidad de pensar. El precursor de todo esto, anterior a la aparición de los economistas y los antropólogos ingleses, fue el también inglés Hobbes, en su obra Leviatán, el teórico de las ventajas de entregarse, como si se tiraran por un acantilado como su mejor y única opción, al Estado.

Disiento de Hobbes, cuando dice que “El hombre actuará según su experiencia, mediante la cual tratará de evitar los resultados indeseados que ha sufrido en momentos anteriores”. En el artículo “DEL HOMO SAPIENS AL HOMO CONFUSUS” (Facebook 9/11/19) digo que, contrario a lo que afirma Hegel, lo racional no tiende a ser real, sino que es lo irracional lo que tiende a ser real. Asiento con Hobbes que “si decimos la verdad podemos transmitir nuestra experiencia y recibir la de otros. Sin embargo, al tener datos equivocados la ausencia de veracidad tendrá un efecto nefasto sobre nuestra experiencia”.

Para Hobbes el Estado se funda a partir de la suma de voluntades individuales libres que deciden actuar para adquirir ventajas comunes. Nada más alejado de la realidad. El Estado surge como imposición sobre los individuos e introduce el estado de guerra permanente desde los tiempos anteriores a la Historia. No es “bellum omnium contra omnes”, como dice Hobbes (“guerra de todos contra todos”), sino guerra de los intereses del Estado, identificado siempre con las oligarquías o castas que lo conforman, contra otros Estados, en las que involucra a los súbditos que hacen la guerra sin obtener ningún beneficio de ella (a no ser que se considere beneficio común fortalecer al propio Estado y servirlo en sus propósitos). Tampoco es cierto la siguiente definición de Hobbes: “Homo homini lupus est” (el hombre es un lobo para el hombre), sino que se convierte en lobo contra el que es considerado adversario.

Hobbes define el Contrato Social “como garantía de la seguridad individual y como forma de poner fin a los conflictos que, por naturaleza, generan estos intereses”. “La libertad individual, dice, se verá reducida a los espacios donde la ley no se pronuncia”. Pero esto no se produce en la realidad, puesto que la libertad individual está supeditada siempre al Poder, que sólo admitirá “libertades insustanciales”, divertimentos, y aún así, si trasgreden los principios morales en que se fundamenta el Estado, serán reprimidas. “Los hombres deben auto imponerse los límites en los que viven en sociedad, que es un instrumento para su propia preservación y consecuentemente, para obtener una vida más tranquila”. Ahí está la raíz de la opresión. Acomódense al poder, y tendrán vida tranquila. Está a favor de la censura de los medios de comunicación y de restringir la libertad de expresión. Defiende la Monarquía porque en ella el interés público y el privado son el mismo, pero esto lo desmiente la historia, puesto que la Monarquía obedece a sus propias reglas, por completo separadas del interés público. Todas las dinastías se impusieron por la guerra interna entre los aspirantes a ocupar el trono, que para lograrlo cometieron los actos más abominables: parricidios, lucha de hermanos contra hermanos, usurpaciones, actos de traición con potencias extranjeras, y acumulación de riquezas inmensas mediante el expolio de sus súbditos.

Nada es espontáneo ni accidental. La crisis económica mundial forma parte de un plan de Inteligencia de la OTAN, no sólo para debilitar a Rusia y a China, sino para desestabilizar las pequeñas y medianas empresas de la Unión Europea y otros países de la periferia, arruinando sectores estratégicos o haciéndolos depender de las grandes Corporaciones no sujetas al control de los Estados. La tendencia es ir a la centralización y concentración del poder económico mediante la destrucción de los Estados-nación que ya están en su última fase.

El 27 de marzo la OTAN, bajo las ‎órdenes de Estados Unidos, se amplió pasando de 29 países miembros a 30, con la ‎incorporación de Macedonia del Norte. ‎

El 28 de marzo continuaba el ejercicio estadounidense denominado «Defender Europe ‎‎2020» –con un poco menos de soldados, pero con la misma cantidad de bombarderos nucleares– ‎comenzando en Escocia el ejercicio aeronaval de la OTAN «Joint Warrior», con la participación de ‎fuerzas de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, entre otros países.

La OTAN se extenderá por el Pacífico, empezando por la incorporación de Australia.

 

El gasto ‎militar real de Estados Unidos ya sobrepasa el billón de dólares al año. El de la OTAN, estimado por el SIPRI en más del billón de dólares para el año 2019, es en realidad ‎muy superior a esa cifra. ‎El gasto militar de Rusia –65 000 millones en 2019– es 11 veces inferior al de Estados Unidos y ‎‎16 veces inferior al de la OTAN. El gasto militar de China está estimado por el SIPRI en ‎‎261 000 millones, alrededor de un tercio del de Estados Unidos, aunque la cifra oficial ‎proporcionada por Pekín es de unos 180 000 millones. ‎

Entre los países europeos miembros de la OTAN, los que más fondos dedican al gasto militar son ‎Francia, Alemania y el Reino Unido con unos 50 000 millones cada uno. ‎

 

Estados Unidos –según anunció el secretario de Estado Mike Pompeo– pidió a sus aliados de ‎la OTAN asignar 400.000 millones de dólares más para incrementar el gasto militar de la OTAN.

¿Es racional todo esto? ¿Tienen los ciudadanos capacidad para impedir que sus Estados dilapiden la riqueza nacional, que debería ser empleada en su propio desarrollo social y económico, mientras aumenta su endeudamiento, y aumenta su pobreza real? ¿No son víctimas del Leviatán que es la única entidad que los gobierna desde los tiempos prehistóricos?  5 de junio 2020

Que hay detrás de la Pandemia 

Declarar Pandemia al Coronavirus va más allá de una medida sanitaria ya que para alcanzar tal categoría la cifra de muertos debe superar el 12% de los infectados. En Europa no supera el 0.4”. En Italia alcanza el 6%. En China, donde supuestamente apareció por primera vez el Coronavirus, llegó al 3%, y ya se ha tomado el control de la infección, con la ayuda de una medicación llamada Interferon Alpha 2B desarrollada en Cuba hace casi cuatro décadas, pero el embargo norteamericano sobre la isla prohíbe exportarla.

La Organización Mundial de la Salud, al calificarlo de pandemia, actúa como una organización más política que científica, y sobre todo más comercial, en favor de la poderosísima industria farmacéutica respaldada por cierta élite política (recuérdese que el laboratorio vendedor de la vacuna contra la última pandemia estaba relacionado con el entonces vicepresidente de los Estados Unidos, Cheney).

La declaración de Pandemia actúa como arma de guerra para desestabilizar la economía y la estructura social de los países. Una operación de guerra psicológica para intoxicar a la opinión pública obligada a centrarse en el tema de su seguridad sanitaria, cuando lo que peligra es su futuro como sociedad libre.

Es la primera vez que se aplican mundialmente medidas de cierres de fronteras entre países y se declara el Estado de Alerta y de Emergencia para recluir a las personas en sus domicilios. Cada país se convierte en un inmenso campo de concentración formado por millones de casas individuales. Cada ciudadano ha pasado a ser objeto de control directo por los Gobiernos, bajo una operación de “guerra psicológica” tendente a centrar el terror colectivo sobre el solo tema de la seguridad sanitaria, mientras que las consecuencias del aislamiento -con la prohibición de concentraciones masivas- está provocando el caos económico, el hundimiento de las empresas de los sectores más dinámicos de la economía: la pequeña y la mediana empresa, los restaurantes y bares, el turismo entre naciones, los espectáculos que forman parte de la cultura popular (cines, teatros, fútbol, conciertos, grandes festividades regionales y nacionales históricas), y las iglesias , como centro de reunión.

Al mismo tiempo, se produce la caída de la Bolsa, que llevará a la concentración de grandes empresas en pocas manos, de forma que la Pandemia es el agente ejecutor de ese cambio de manera acelerada. Imagínense el negocio subsiguiente, cuando las acciones de las empresas que han tocado fondo se recuperen, dejando en el bolsillo de los compradores billones de dólares en ganancia.

Ninguno de los gobiernos ha dicho una palabra sobre el origen del Coronavirus, fabricado sin duda en los laboratorios que secretamente están involucrados en la investigación de armas biológicas de destrucción masiva. Todos ellos se han plegado a las directrices de los que han orquestado la pandemia para dejar de lado los problemas y las soluciones reales para lo que más importa: el fortalecimiento de sus planes de crecimiento industrial y social; la estabilidad de sus monedas, la continuidad de los grandes planes de infraestructuras y la cohesión social en torno a su identidad nacional.

La pandemia es el pretexto para alimentar los planes de la reacción oligárquica mundial, tendente a quebrar la independencia de los Estados-Nación sometiéndolos a las directrices mundialistas: la reducción de la población, la pérdida de la identidad como clase con sus derechos inherentes y el sometimiento al “panglobalismo” de las élites mundiales, que son el auténtico virus letal de los pueblos libres.

El 5 de marzo se reunieron en Zagreb los ministros de Defensa de los 27 país de la Unión Europea. No lo hicieron para encontrar una respuesta efectiva contra el Corona Virus, sino para aprobar un plan llamado “Ejercicio 20 para Defender Europa”, que entrará en vigor el 2 de abril. Se trata del mayor despliegue de fuerzas armadas en Europa desde la Guerra Fría. Mientras se prohíben la entrada de civiles en Europa, están llegando a Europa 20.000 soldados de la OTAN, que se unen a los 7.000 ya existentes, en vuelos desde los Estados Unidos para desplegarse por toda Europa. Llegan con impresionante arsenal militar. Tal despliegue le costará a Europa 30.000 millones de euros que pagarán los europeos con sus impuestos. El transporte implica 30.000 soldados norteamericanos que entrarán en Europa sin pasar los controles de Corona Virus. ¿A qué vienen los soldados norteamericanos a Europa? ¿A defenderla -¿de quién?- o a ocuparla? 17 de marzo 2020

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